¡Que vivan los novios! Gritan los invitados cuando la pareja les saluda…
De verdad que no me puedo imaginar trabajar en otra cosa que no sea como fotógrafo de bodas, ser fotógrafo de bodas en Bilbao, Bizkaia es para mi la mejor profesión que he podido encontrar, es irme del trabajo con todas las buenas vibraciones que hay en una boda, guardadas dentro de mi, es como ir a casa con un saquito de felicidad. Os juro que no es broma, no habéis notado nunca que se os pegan las emociones de alguna persona cercana? Pues eso me ocurre a mi con las bodas, que se me pegan las emociones, menos mal que en las bodas siempre son emociones positivas!!
Las boda civiles en espacios abiertos como el Palacio Molinar (Gordexola – Bizkaia) me encantan! La verdad es que las bodas al aire libre tienen la ventaja de la luz natural, siempre hablando de hacer fotos, claro. Dentro de iglesias y sobre todo de ayuntamientos la luz suele ser mucho peor y me dan más trabajo a la hora de iluminar la boda.
M y P hicieron la boda que estaban soñando desde hace mucho, la prepararon con mucho mimo y cuidado, y como no podía ser de otra manera, salió todo a pedir de boca. Una preciosa ceremonia dio paso a una tarde inolvidable para ambos.
Por si a alguna pareja le interesa el novio se vistió en el hotel Palacio de Oriol en Santurce.
Espero que jamás se os acabe la pasión que pusisteis en vuestro día!!